Os presentamos a continuación una sencilla, pero efectiva actividad de formación de usuarios.
La actividad
se ha dividido en dos bloques: uno de contenido explicativo por parte del
docente y otro de contenido práctico por parte del alumnado.
En primer lugar, el maestro ha efectuado una explicación del entorno de la biblioteca, analizando con detalle dónde se coloca cada libro, en función del género y la edad del destinatario lector. Al mismo tiempo, ha detallado la función y la relevancia del “gomet” y del tejuelo, al igual que las partes que contiene un libro. En segundo lugar, atendiendo al aspecto práctico, los alumnos se han dispuesto en dos grupos de seis usuarios y dos grupos de siete en las mesas de la biblioteca.
El docente debía anotar previamente en un papel el nombre de cinco libros de distinto género, título, autor y edad del lector modelo, sin que ningún grupo de alumnos pudiese localizar el emplazamiento del libro; cada uno de estos ejemplares, escogidos al azar, iba dirigido a cada grupo de alumnos. Éstos, conociendo sólo los detalles arriba mencionados, debían encontrar, haciendo uso de su conocimiento del tejuelo, su libro correspondiente en el menor tiempo posible, no sin antes mostrarlo al docente y volverlo a colocar en su lugar.
En primer lugar, el maestro ha efectuado una explicación del entorno de la biblioteca, analizando con detalle dónde se coloca cada libro, en función del género y la edad del destinatario lector. Al mismo tiempo, ha detallado la función y la relevancia del “gomet” y del tejuelo, al igual que las partes que contiene un libro. En segundo lugar, atendiendo al aspecto práctico, los alumnos se han dispuesto en dos grupos de seis usuarios y dos grupos de siete en las mesas de la biblioteca.
El docente debía anotar previamente en un papel el nombre de cinco libros de distinto género, título, autor y edad del lector modelo, sin que ningún grupo de alumnos pudiese localizar el emplazamiento del libro; cada uno de estos ejemplares, escogidos al azar, iba dirigido a cada grupo de alumnos. Éstos, conociendo sólo los detalles arriba mencionados, debían encontrar, haciendo uso de su conocimiento del tejuelo, su libro correspondiente en el menor tiempo posible, no sin antes mostrarlo al docente y volverlo a colocar en su lugar.
